REDIMENSIONAMIENTO DE NUESTRA VIDA Y MISION: UNA MIRADA DE FE Y DE ESPERANZA
Este ano, como sabemos, tendremos la gracia de ser partícipes de acontecimientos extraordinarios al punto de podernos considerar particularmente agraciados por el Señor, nuestro Dios. La proclamación, a nivel de Iglesia, del ANO DE LA VIDA CONSAGRADA es uno de ellos, y nos da la oportunidad de hacer una revisión evangélica, a nivel personal y comunitaria, de lo que significa y es propiamente la vida religiosa: dificultades, desafíos, pero sobre todo sentido, actualidad y misión: en la Iglesia y en el mundo de hoy.
Por otro lado, pero en esta misma línea, a nivel de Orden, tenemos próximo el Capitulo General, a partir de mayo, cuyo tema: hermanos y menores hoy, sugiere que hay algo así como tarea o materia pendiente: algo que no está del todo claro o sobre lo que debemos volver a reflexionar y replantearnos, tanto a nivel personal como comunitario. No podemos simplemente dar por descontado que, después de tantos siglos, y de tantas existencias exitosas, de tantos santos y santas, podamos decir que hemos logrado comprender, menos lograr, la fraternidad o la minoridad; parece más bien todo lo contrario: ante las nuevas situaciones de la sociedad, el hombre precisa y exige encontrar así mismo nuevas maneras de ver, asumir y testimoniar de manera creíble lo que desde un principio, en la mentalidad de San Francisco, es nuestra identidad, estilo y razón de vida: hermanos y menores.
Sobre todos estos temas, y otros que iremos compartiendo a lo largo de los próximos números, vienen a introducirnos artículos específicos del presente número del Boletín de la Provincia. El encuentro, en enero de este ano, de los nuevos Ministros provinciales con el Ministro general y su Definitorio ha sido una experiencia muy positiva y una oportunidad extraordinaria no solo para conocer la dinámica del funcionamiento de los Secretariados y de las oficinas de la Curia y los servicios que brindan a la Orden en general, sino también para compartir momentos de auténtica fraternidad en el espíritu de N. S. Padre que de esa manera se manifiesta vivo y operante en sus hermanos de todo el mundo, deseosos de nutrirse de la misma vertiente evangélica y con la misma ilusión y esperanza de los orígenes. Han sido verdaderamente días de gracia del Señor. Se abordaron temas de gran valor e importancia para la animación de la vida de las fraternidades locales y provinciales sobre los que sin duda será necesario y de mucho provecho volver en más de una ocasión y sobre los que, con el Definitorio de la Provincia, estamos analizando la mejor manera de hacerlo para poder conocerlos y asumirlos como es debido.
Todo esto hace parte de las luces y oportunidades que se nos brindan para nuestra orientación en lo que ha venido a constituirse como uno de los grandes signos y de los principales desafíos de nuestro tiempo: la NUEVA EVANGELIZACION propuesta y promovida desde el Papa Juan Pablo II: nueva en ardor, nueva en métodos y nueva en expresiones.
Por otra parte, estos temas y desafíos no son solo nuestros, sino de la Iglesia y de toda la Orden en el momento actual. Eso al menos es lo que hemos podido constatar en nuestra visita realizada a los Provinciales y a las Provincias madres de algunos de los hermanos que trabajan o han trabajado con nosotros durante todo este tiempo. Por eso en las siguientes paginas encontraran así mismo una breve relación de parte de lo tratado y compartido durante esas visitas. Son ideas y propuestas que quieren movernos a analizar y compartir las luces, las sombras así como las esperanzas: son los caminos que se abren y desafían hoy, de manera cada vez más clara, nuestra presencia, vida y misión evangelizadora.
Que la presencia entre nosotros del Señor Resucitado ilumine nuestra vida y guie siempre nuestros pasos.
HERMANOS: ¡EL SENOR HA RESUCITADO! FELIZ PASCUA DE RESURRECCION!
Fr. Orlando Cabrera. OFM
MINISTRO PROVINCIAL