Casilla 481
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HISTORIA
En el siglo XIX, los franciscanos del convento de Tarata tenían la responsabilidad de la atención de las misiones de las zonas de Chiquitos y Guarayos en Santa Cruz.
En 1857 decidieron edificar en la ciudad de Cochabamba un Hospicio, es decir un convento destinado a apoyar las misiones, desarrollar una acción pastoral en la ciudad y atender a los misioneros enfermos y ancianos.
El 12 de Abril de 1858, la señora Melchora Anaiba Vda. de Salamanca dono una casa quinta ubicada en la plazuela “Cuchi”, frente al prado público, para la construcción del Hospicio. Con esta misma finalidad en julio de 1860 se adquiere una casa con su respectivo sitio.
La casa quinta ubicada en la esquina de la calle 25 de mayo, se destinó para vivienda de los franciscanos mientras duraban las obras que comenzaron con la construcción de una pequeña capilla provisional en la calle 25 de mayo, sobre unas tiendas que se compraron a los “criados” de la señora Aneiba.
La capilla fue bendecida el 28 de octubre de 1858, por el Pbro. Argote y los franciscanos tomaron posesión de los terrenos e inmuebles. En ese año, se constituyó una pequeña fraternidad de Franciscanos dependiente del convento de Tarata que se encargó de las obras.
El 17 de septiembre de 1858, Mons. Rafael Salinas, obispo de Cochabamba, ante las insistentes peticiones de los fieles de la ciudad, dio el permiso para la construcción de la iglesia y convento de El Hospicio.
Se encomendó al Arq. José Rossetti elaborar el proyecto de la iglesia que pareció para muchos demasiado grandioso. La dirección de las obras estuvo a cargo de distintos franciscanos ayudados y asesorados por el mismo arquitecto.
El 24 de julio de 1859, D. José María Linares, presidente de la República y Mons. Salinas pusieron la piedra fundamental de la iglesia dedicada a María Santísima de la Divina Providencia.
Durante la construcción de la iglesia, se produjeron muchas dificultades a causa del agua que manaba en el subsuelo. En la fase de construcción del a bóveda, una parte de la misma se desplomó.
En junio de 1860, concluidos los cimientos, se empezó a trabajar con la con la colocación de los adobes. Ese mismo año hicieron los arcos de ingresos de la iglesia. El 3 de septiembre se comenzó el cimiento del convento contiguo de la iglesia.
En 1862, se trabajó la techumbre, en 1864 en la pintura de la bóveda y en 1866 el presbiterio. Las piedras utilizadas en la construcción fueron traídas del cerro de San Pedro, el Ticti y el río Rocha.
En 1867, se pagaron 60 pesos al artista que trabajó “La Purísima y los ángeles que se colocaron en el altar mayor”, 2 pesos al que pinto el Globo y la serpiente y 15 pesos por la estatua de la “virgen de la Divina Providencia”.
El 1 de enero de 1868, aunque no estaba concluida la parte interior, se estrenó el Templo, Mons. Francisco María del Granado, obispo Coadjutor de Cochabamba, en el sermón manifestó que para él la construcción de la iglesia “fue una remota ilusión” debido a las circunstancias tan desfavorables en que se emprendió. Durante los ochos años siguientes continuaron las obras.
En 1869, el Gral. Mariano Melgarejo donó de su sueldo 500 pesos para la iglesia.
En julio de 1875 concluyeron las obras de construcción de la iglesia.
En 1876, se colocaron en las torres cuatro campanas fundidas en Cochabamba, posteriormente se cambiaron por otras traídas de Lyon.
El 25 de octubre de 1883, durante la celebración de la misa, se encendió el dosel de la Virgen de la Divina Providencia; la imagen se quemó y el Niño quedó totalmente carbonizado. El 22 de mayo de 1884, ambas imágenes regresaron al templo totalmente restauradas, en medio de una multitud enfervorizada de fieles.
El ensamblaje del coro -ubicado detrás el altar mayor- se realizó en 1889.
El pueblo contribuyó generosamente a la construcción de la iglesia y del convento. Durante todo el tiempo que duró la construcción, la fraternidad franciscana designó un hermano “Limosnero” destinado a recoger la limosna de los fieles tanto en Cochabamba como el todo el país
En 1930, la Santa Sede erigió el Vicariato Apostólico de Chiquitos en los territorios de misión que dependía del convento de Tarata, en septiembre, los convento de Tarata y de El Hospicio pasaron a depender de la Provincia Franciscana de Bolivia
En la actualidad la parroquia está bajo la administración de los Franciscanos de la Provincia Misionera de San Antonio de Bolivia.