Parroquias

Una de las figuras de la organización eclesiástica más conocida es la parroquia. Por parroquia se suele entender la división organizativa inferior a la diócesis, y subordinada al Obispo diocesano. Existen parroquias en la Iglesia desde tiempos muy remotos; en la iglesia de Roma aparece la ciudad dividida en titulus ya desde el siglo III, en lo que se considera un antecedente de la parroquia. Algunas de las actuales parroquias romanas aseguran existir desde esa época. Y en Europa no es difícil encontrar parroquias con más de mil años de existencia continuada e ininterrumplida, aunque han usado diversos templos en tan gran lapso de tiempo.

La definición de parroquia la da el canon 515 § 1:

Canon 515 § 1: La parroquia es una determinada comunidad de fieles constituida de modo estable en la Iglesia particular, cuya cura pastoral, bajo la autoridad del Obispo diocesano, se encomienda a un párroco, como su pastor propio.

El Catecismo de la Iglesia Católica, por su parte, define la parroquia citando literalmente el canon 515 § 1, y añade: «Es el lugar donde todos los fieles pueden reunirse para la celebración dominical de la eucaristía. La parroquia inicia al pueblo cristiano en la expresión ordinaria de la vida litúrgica, la congrega en esta celebración; le enseña la doctrina salvífica de Cristo. Practica la caridad del Señor en obras buenas y fraternas: “No puedes orar en casa como en la Iglesia, donde son muchos los reunidos, donde el grito de todos se dirige a Dios como desde un solo corazón. Hay en ella algo más: la unión de los espíritus, la armonía de las almas, el vínculo de la caridad, las oraciones de los sacerdotes” (S. Juan Crisóstomo, incomprehens.3,6)» (Catecismo de la Iglesia Católica, 2179).

Las parroquias encomendadas a la Provincia están distribuidas a lo largo y ancho del territorio del país, en nueve jurisdicciones eclesiásticas.

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