La Órden de los Hermanos Menores, en Bolivia, quiere destacar el mensaje de su Santidad, el Papa Francisco, a la Iglesia, al pueblo católico y no católico de Bolivia, ya que sus pasos por este país han sido claves para mirarnos como hijos del Dios de la vida.

He aquí una presentación del primer mensaje y saludo al pueblo de Bolivia de su Santidad, el Papa Francisco:

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Su mensaje a las autoridades civiles de Bolivia fue realmente un invitación a la procura del “Bien Común” y al favorecimiento de una “ecología integral”… A continuación le presentamos ese segundo mensaje para nuestro pueblo:

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En cuanto al tercer mensaje del Papa Francisco, presentamos a continuación la homilia del santo padre que resalta la “Eucaristía, Pan Partido para la vida del Mundo”, en la ciudad de Santa Cruz:

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El cuarto mensaje del Papa Francisco tiene que ver con el Mensaje a los sacerdotes y regiosos de toda Bolivia, invitándoles a no olvidar al pueblo del cual han sido sustraídos… He aquí el mentado mensaje:

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El Papa Francisco también dirigió su mensaje a los movimientos populares, en ocasión de la clausura de este evento que tuvo lugar en la ciudad más importante del Oriente Boliviano. Vea usted ese mentado mensaje:

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Su Santidad, el Papa Francisco, dirigió también su mensaje a los reclusos de Palmasola, un mensaje de esperanza y justicia para todos. He aquí ese mensaje:

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Así es como el Papa Francisco dejó sus huellas en Bolivia, un pueblo necesitado de un mensaje de paz, de amor, de inclusión social, de justicia, de un sistema económico diferente, que incluya a los últimos y excluidos. El sentido del “Bien Común” florecerá si estas realidades esenciales se impongan a la sutíl ambición desenfredada de dinero que quiere gobernar los pueblos y que éstos, a su vez, tengan que ser obligados a padecerla.

Frente a la situación descrita, El Papa propone procurar un “Cambio Redentor” que implique una postura diferente y razonable frente al otro, el excluido, el diferente, el discriminado, frente a nuestra casa común, nuestra Hermana y Madre Tierra, etc.

Estos mensajes y los otros que pronunció su Santidad, en su paso por Bolivia, sin duda, ha cambiado la vida de muchos hombres y mujeres de buena voluntad que viven en este pueblo. ¡Que Dios siga bendiciendo a Bolivia!